jueves, 3 de junio de 2010

Esto no es un cuento de hadas

Podría escribir sobre el "notición" del paro que nos darán a l@s autonom@s, que claro, es muy comprensible que con poco mas de cuatrocientos euros pueda vivir alguien debajo de un puente y te pidan hasta las bragas para que te paguen lo que en plata se llama una mierda.

O sobre la crisis que ya esta pasada de moda y dicen que ha bajado el número de parados, porque ahora toca levantar el país, claro, que a este paso nos vamos a una fosa oceánica, yo por si acaso me he preparado una patera, porque claro, con esto de la crisis no me llega ni para una barca hinchable del Decathlon.

También sobre aquel señor, que un día que llevamos a Kyra a rehabilitación nos dijo que él pregunto al cirujano antes de la operación que si su perra no iba a andar más que no la despertarán. Menos mal que dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, porque seguro que nosotr@s somos su peor enemigo.

O sobre los fantásticos programas de televisión que van desde las super mansiones gigantescas con piscina, sauna, gimnasio, 30 habitaciones, casa de invitados (esto es lo más ideal de la muerte) y super sirvientes, amas (del calabozo) de llaves y demás "chusma" de la servidumbre, hasta ese programa magnifico de esas mujeres que a algunas de ellas se les sale la pasta por las orejas y a otras no tanto, aunque son mucho más repelentes, pijas y decadentes que las primeras por cuestión de apariencia, que según dicen (ellas) es lo que más importa.
Y es que da la impresión de que el subtexto del programa es "¡Ven y roba lo que quieras!", sólo falta que nos den la dirección.

¡Ay pobres mortales! Nosotr@s aquí en la vida de a pie, o en la cola de el paro, o debajo de un puente en patera y viendo esos programas con esas casas, con esas cristaleras de 30 metros, sólo se nos ocurre pensar "y el coñazo que será limpiar esos cristales", ¡Pobres ilus@s!.

Pero no, no voy a hablar de nada de eso, de hecho no voy a decir nada más, porque a veces una canción lo dice todo.